«La tasa más conveniente», suelen promocionar los bancos de México al momento de ofrecer financiación para comprar una vivienda. Sin embargo, las tasas más bajas de los préstamos hipotecarios no siempre representan un menor costo para el titular del crédito, ya que en el largo plazo se puede incrementar el valor de las cuotas de reintegro.
En otras palabras, las tasas de préstamos hipotecarios que brindan los bancos de México no siempre se comportan de la misma forma. De hecho, en ocasiones conviene pedir un crédito con una tasa de interés superior congelada que una inferior que se incrementará con el paso del tiempo.
De todas formas, gracias a la baja inflación, las entidades financieras pueden asumir más riesgos y, por lo tanto, ofrecer tasas fijas en sus préstamos hipotecarios a un índice aceptable para los deudores. Así, actualmente son comunes los créditos con una tasa de interés congelada de entre 9 y 12 por ciento, con un plazo de hasta 20 años.
A su vez, existen las tasas fijas con incremento preestablecido para préstamos hipotecarios, también conocida como tasa creciente. En este caso, el crédito tiene un interés inicial durante los primeros años de reintegro, lo que se especifica en el contrato, que irá incrementándose hasta un máximo determinado de antemano.
Este tipo de tasas en los préstamos hipotecarios que ofrecen las entidades financieras de México favorece a una gran cantidad de familias con recursos limitados, ya que se trata de un crédito que da una mayor accesibilidad con mensualidades menores en el período inicial del reintegro.
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