Crédito para estudiar

Desafortunadamente son muchos los jóvenes mexicanos que deben recurrir a un crédito para estudiar y concluir su formación universitaria. Esto se debe a que hay una gran competencia por acceder a un lugar en una universidad pública, por lo que un alto porcentaje de los que se presentan para ingresar no lo logra, viéndose obligados a optar por una universidad privada.

De ahí la importancia que tiene la oferta de crédito para estudiar, ya que existe una gran demanda de jóvenes que no están en condiciones de enfrentar los gastos que surgen de la inscripción y matrícula.

Tipos de crédito para estudiar

Por lo general, cuando se habla de crédito para estudiar se hace referencia principalmente a un préstamo universitario, es decir, un crédito que sirve para financiar los gastos vinculados a los estudios universitarios. Es importante destacar, sin embargo, que el porcentaje a financiar depende de la entidad que otorgue el crédito.

Aquellos jóvenes que se vean en la necesidad de optar por un crédito para estudiar pueden encontrar su solución tanto en bancos como en sofoles y sofomes. Es muy frecuente que bancos y sofoles que brindan este tipo de financiamiento cuenten con convenios con algunas universidades privadas. Esto les permite brindar mejores condiciones de financiamiento y llevar adelante un mejor registro de las operaciones.

¿Cómo solicitar un crédito para estudiar?

El proceso para solicitar un crédito para estudiar es relativamente sencillo: en primera instancia es necesario que el joven defina la carrera que desea estudiar e identifique la universidad donde desea hacerlo. Una vez que ha establecido estos objetivos es momento de investigar el mercado para conocer qué bancos o sofoles cuentan con convenios con dicha universidad, para posteriormente confirmar si la carrera en cuestión está incluida en el plan de financiamiento.

A continuación es necesario determinar quién será el solicitante del crédito para estudiar, ya que por lo general se necesita que el solicitante cuente además con un coacreditado, conocido también como obligado solidario. Si el joven estudiante es mayor de 18 años puede figurar él como solicitante y contar con uno de sus padres como obligado solidario, que será el responsable de responder ante el banco o institución de crédito ante un retraso en los pagos.

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