¿Qué diferencia hay entre interés simple e interés compuesto?

El interés simple y el interés compuesto son dos maneras de conformar los intereses que se cobran por un crédito. Tomar un crédito o préstamo es pedir dinero prestado, los intereses por este servicio son el costo que se paga por el mismo, son los honorarios y ganancias que tiene un banco, una entidad financiera o cualquier persona que se dedique a la actividad.

Para entrar en tema es preciso marcar la distinción. El interés simple es al que se llega en relación al capital inicial otorgado. Esto quiere decir, que si el banco presta 1000 pesos -por ejemplo-, a devolver en dos años con un interés simple del 10% se pagarán por año de interés 100 pesos, en total 200 pesos.

Por su parte, el interés compuesto es un porcentaje acumulativo, que suma los intereses que pueden generar o aumentar con el paso del tiempo. Así, en este caso, si el banco presta 1000 pesos a dos años, el primer año se pagarán 1100, y esta será la base para calcular los intereses para el segundo año que terminarán siendo 1110.

Los intereses no son un asunto simple, dependiendo de la entidad y la manera en que los implementen, el tipo -si es fijo o variable, simple o compuesto-, la forma en que se conjuguen con los plazos de amortización y las costas, estos pueden variar drásticamente y hacer de un préstamos que parece caro un producto final barato o viceversa; por este motivo es de crucial importancia estudiarlos, conocerlos e informarse al respecto de los mismos con especialistas. Ésto hará la diferencia a la hora de definir si un crédito conviene o no.

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