Los montos que los bancos ofrecen con sus préstamos efectivos están sujetos a cada cliente, su capacidad de pago, sus ingresos y sus necesidades. Hay que tener en cuenta también que mientras más alto es el monto, más elevada puede resultar la tasa de interés; aunque esta afirmación no siempre aplica para todas las entidades.
Por lo general los bancos no cobran comisión por la apertura del crédito y bonifican el seguro de vida para el cliente que realiza la solicitud, siempre y cuando la misma se apruebe. El banco realiza una evaluación cuya duración oscila entre 24 y 72 horas, y luego se procede a la firma el contrato.
El contrato de los préstamos efectivos incluye información referente al monto que será prestado al solicitante, la cantidad de cuotas (plazo) para la cancelación y la tasa de interés. Los valores de estos puntos son muy relativos y varían no sólo según la entidad financiera que emite el crédito sino también de acuerdo al tipo de préstamo que se solicita, el monto que se concede y, lo más importante, el tiempo en el cual el cliente se compromete a cancelar la deuda. A mayor cantidad de meses, más elevado puede llegar a ser la tasa (esta misma puede ser fija o variable, según lo convenido).
La documentación que se debe presentar al momento de solicitar un préstamo también varía según la entidad, aunque lo más solicitado siempre es la identificación oficial del interesado, la solicitud de crédito firmada, comprobante de ingresos y de domicilio. Algunos préstamos efectivos no son concedidos a personas mayores de determinada edad.