A medida que surgen nuevas necesidades financieras desde la sociedad, nuevas oportunidades de crédito encontramos en el mercado. Tal es el caso del préstamo personal sin buró, una solución que surge para darle una nueva oportunidad a aquellas personas que tienen un historial crediticio negativo.
El préstamo personal sin buró está diseñado para aquellos individuos que, por alguna razón, no tienen un buen historial de crédito. Esto los obliga a tomar otro tipo de créditos que no son los que ofrecen bancos y financieras.
Características del préstamo personal sin buró
Como indicábamos, la principal característica de un préstamo personal sin buró es la flexibilidad de requisitos, ya que no exige que el solicitante tenga un buen historial de crédito. Gracias a esta posibilidad, cualquier individuo que tiene deudas impagas puede acceder a dinero en efectivo.
Otro beneficio del préstamo personal sin buró es la rapidez de su gestión: normalmente las entidades y prestamistas que otorgan este tipo de créditos brindan soluciones en sólo 48 horas. De este modo es posible acceder a dinero en efectivo en forma prácticamente inmediata.
Es recomendable, sin embargo, que ante la necesidad de dinero en efectivo urgente se realice una investigación de mercado para determinar la alternativa más conveniente, teniendo en cuenta tasas de interés y otros gastos asociados al crédito.
Desventajas de un préstamo personal sin buró
Lógicamente el préstamo personal sin buró tiene sus aspectos negativos: el principal es su alto costo, vinculado con las elevadas tasas de interés que cobran las entidades y prestamistas que ofrecen este tipo de productos.
Las altas tasas de interés están vinculadas con el riesgo de incobrabilidad que representa el cliente que tiene mal historial de crédito. Así, al incrementarse el margen de riesgo la entidad o prestamista debe aumentar la tasa.
Otra de las desventajas es que el préstamo personal sin buró suele ser otorgado por prestamistas informales. Esto se traduce en un mayor riesgo para el cliente, que se enfrenta a una institución o profesional no regulado, elevando considerablemente las probabilidades de que se trate de un fraude.